"Atrapame...si puedes" [JeanxAlex YAOI][en proceso]

Una ola de asaltos atacaba a la ciudad. Todos con el mismo objetivo: colecciones de guitarras. En un comienzo para el detective Jean solo se trataba de un simple ladrón aficionado a la música, nunca se imaginó que ese caso que le asignaron sería peor que un dolor de muelas….

Comenzaba otro día en la ajetreada vida del próspero detective Jean Kraljevic, famoso y reconocido por resolver verdaderos rompecabezas policiales. Con tan solo 22 años, ya había conseguido un puesto muy importante dentro de la policía y cuando le dijeron que un astuto ladrón estaba haciendo de las suyas aceptó el caso de inmediato, no había nadie que se librara de su brillante mente.
Lo primero que le llamó la atención fue lo que robaba: guitarras; habiendo joyas y colecciones invaluables de arte a este ladronzuelo solo le importaban ellas. Además no robaba al azar, solo lo hacía a personas ricas que las exhibían como un adorno más. Lo segundo extraño, nunca nadie vio o escuchó nada. Los robos eran siempre en la noche y ni siquiera las cámaras de seguridad habían grabado algo. La única pista que dejaba el ladrón eran pétalos de rosas; sí, más encima el maldito se daba el tiempo de comprarlas y deshojarlas en el mismo lugar…. Y eso era toda la información que tenía.
“ Estos estúpidos policías ni siquiera sirven para recolectar información” pensó mientras cerraba el expediente y anotaba en su libreta las direcciones de las personas afectadas. “ Si quieres que algo salga bien, hazlo tú mismo”

Manejó por varios minutos hasta llegar a los barrios mas ricos de la ciudad. Buscó la dirección y pidió entrevistarse con el dueño de casa, como no estaba el lo atendió su esposa, una desaliñada rubia con más operaciones que Michael Jackson y con silicona hasta en los dientes

- Vengo por el robo del que fueron victimas, soy el detective a cargo
- Oh si, mi preciosa colección de guitarras adornaban tan bien la casa..
- Quisiera saber exactamente lo que vio y escuchó esa noche
-Nada, a esa hora dormíamos y cuando amaneció recién nos dimos cuenta del robo
- ¿Está totalmente segura? Trate de hacer memoria por favor- y le sonrió coquetamente, había maneras de sacar información que los policías ignoraban
- Bueno, ahora que lo dice, creo haber escuchado una melodía era algo así como una caja musical
- mmmm ¿está segura?
- No mucho, quizá fue mi imaginación, a veces soy un poco torpe
- Gracias por la información y disculpe las molestias

Con sólo una sonrisa y mirada lasciva había conseguido valiosa información. Una vez que visitó al resto de los afectados, todos habían oído una melodía. Bien , tenía una pista nueva pero no le servía de mucho ya que una melodía no era algo muy importante.
Partió al laboratorio para recoger los resultados de los exámenes de ADN, en esos pétalos tenía la esperanza de encontrar algo más, pero… nada.
Ninguna huella y más encima eran rosas comunes que se podían ver en cualquier lugar. Jean sonrió “ sin duda eres hábil, pero no más que yo”.

Regresó a su oficina para planear el próximo paso: la no novedosa pero casi siempre efectiva trampa. Sí, a veces tenía que ocupar los métodos tradicionales sacados del detective Conan…
Jean contactó a una posible nueva víctima y la convenció que llamará a la prensa para que hiciera alarde de su nueva colección. El plan era sencillo: llamar la atención del sujeto, que fuera a la casa y capturarlo. Esta idea no fue de él, su superior ya había planeado todo y no tuvo más remedio que ayudarlo, por supuesto él no creía que fuese a funcionar pero donde manda capitán no manda marinero.

El junto con otros 3 policías se quedaron en la casa esa noche. Ellos estarían en el segundo piso y él se quedaría solo en el primero . A veces le chocaba tener que recibir órdenes, pero si resolvía este caso lo ascenderían y sería su propio jefe.
- Señor, creo que no va a venir- se comunicó uno de ellos por su radio
- Hasta las 6, si no aparece nos vamos.

El reloj marcó las 5, Jean estaba recostado en el sofá, cuando de pronto escuchó un ruido. Rápidamente de escondió detrás de éste y vio como el ladrón entraba por la puerta principal. Era un hombre delgado y alto, pero con un atlético cuerpo, estaba totalmente vestido de negro y su cara cubierta por una máscara de Bobby Jackson, del detective Conan
“Yo pensé que serías más difícil” pensó. Iba a sacar su pistola, cuando esa melodía empezó a escucharse por toda la casa, sin duda era la canción más triste que haya escuchado en su vida, eran dos guitarras distorsionadas que juntas producían un agónico lamento. La melodía empezó a invadirlo por completo, un sentimiento de melancolía y tristeza se iba haciendo más fuerte. En segundos su cuerpo ya no le respondía y estaba totalmente paralizado.

- ¿Acaso pensaste que caería con ese truco? Te creía más inteligente…
- ¿Qué me hiciste maldito?!!
- Te ves tan lindo cuando te enojas- el ladrón se inclinó y acarició su mejilla, Jean intentó correrse pero estaba paralizado. Se sentó a su lado y lo quedó mirando fijamente
- Para ser un maldito ladrón pudiste escoger una máscara mejor, no te creas que vas a poder ganarme, no estoy solo
- ja ¿te refieres a los 3 tipos de arriba?, no te preocupes están dormidos
- ¿Cómo..?!
- Tu sabías que esto no funcionaría desde el principio, para la próxima no sigas las ideas de tu jefe. Pero como te tomaste la molestia de esperarme toda la noche tendré compasión por esta vez- sacó de un bolsillo un spray y se lo hecho al detective, poco a poco sus músculos empezaban a reaccionar
- Vaya que considerado ¬¬, pero no necesito la compasión de nadie
Se iba a poner de pie, pero aun no tenía el control de su cuerpo, así que cayó justo en los brazos del enmascarado
- SUELTAME!!!- gritó furioso
- Que mal agradecido eres, no te preocupes tengo el remedio perfecto para eso.

Pescó a Jean y lo sentó sobre sus piernas, con fuerza lo atrajo hacia si y rodeo con sus brazos la delgada cintura. Sin perder ningún segundo, se levantó un poco la máscara liberando sus labios y lo besó. Se estremeció por completo, ese beso le recordaba a alguien. Nunca nadie más lo había besado de esa manera…
Al comienzo fue tierno pero poco a poco fue tornándose más y mas apasionado. El ladrón recorría cada rincón de su boca, saboreaba sus labios y se deleitaba tocándolo…la falta de oxígeno se hacia evidente Jean rompió el beso y le dio una fuerte bofetada

- SUELTAME MALDITO GAY!!
- ¿Quién era el que rodeo sus brazos a mi cuello y me besaba con pasión? a ti te gustó tanto o más que a mi
El detective se paró de sus piernas y fue en busca de su arma, la que estaba en el piso.
- Un niño tan lindo como tu no debería usar eso, es peligroso
- Cállate maldito bastardo!!-gritó mas que ofuscado
En un rápido movimiento lo tenía aprisionado contra la pared
-Me gustaría quedarme contigo, pero me tengo que ir.

Otra vez se empezó a escuchar la melodía. El cuerpo del detective empezó a perder fuerzas, cayendo al piso. Antes de quedar completamente inconsciente escuchó su voz por última vez
-No te preocupes, nos veremos pronto…

Cuando despertó, estaba acostado en el sofá. Una ola de policías invadían la casa y su jefe estaba furioso.
-4 de mis mejores hombres y no fueron capaces de detenerlo!!
-¿se llevó las guitarras?- pregunto aun adormecido
-No a mi abuelita, claro que se las llevó.

Confundido trató de recordar lo que pasó. “ escuché la canción, luego lo vi, me paralicé, me besó y se fue…” un momento, me besó?? ME BESÓ!!
Corrió a ver si las cámaras grabaron algo, pero nada, solo lo mostraban a él en el sofá ¿ Y si todo había sido un sueño? El ladrón había ido, sin duda alguna, pero la máscara, la conversación y todo lo demás pudo no ser real.
¿Pero por qué tendría esa clase de pesadillas? Además la melodía tenía un extraño poder adormesente . El beso…ese beso le recordó tanto a aquel bastardo NO!! Eso es imposible, tan solo era un ladrón que creció viendo conan y escuela de detectives y que ahora se las daba de brillante
“SI, solo es eso”

A la mañana siguiente ya mas calmado y casi convencido de que todo había sido una ilusión, llegó a su oficina.
Había un gran alboroto entre sus colegas, un tumulto de gente rodeaba su escritorio
-¿Pasa algo?- preguntó sorprendido
-Esto llegó hace poco y es para ti- dijo uno de ellos apuntando algo sobre su mesa
-¿ Qué..?
Había un enorme arreglo de rosas, todas eran rojas y estaban puestas de tal manera que formaban un corazón. A Jean todos los colores se le subieron al rostro. Cuando por fin estuvo solo, se atrevió a leer la carta que traía

“ Aun tengo el dulce sabor de tus labios sobre los míos,
por mi me hubiera quedado toda la noche besándote y
haciéndote otras cositas…pero bueno ya tendremos tiempo para eso.
Te dije que nos veríamos pronto ¿no?
El cielo se ve hermoso a la mitad, de la octava escalera
con la Aurora cobijándolo…espero que vengas y no traigas a esos
idiotas contigo, yo solo te quiero a TI.
Muchas gracias por darme otras guitarras,
están muy bien conmigo ahora, te estaré esperando no me falles

TUYO
Rose of pain

P.D: ATRÁPAME…SI PUEDES

Jean se quedó en shock. Fue real, todo lo que pasó esa madrugada fue verdadero. El muy desgraciado se había atrevido a besarlo y después a humillarlo enviándole esas rosas ¿Qué es eso de “hacer otras cositas”? Aparte de ladrón era marica el muy estúpido.
“El cielo se ve hermoso a la mitad, de la octava escalera con la aurora cobijándolo” un acertijo, obviamente no lo iba a invitar al cine a ver el rey león.
Ahora ¿Qué haría? No le podía mostrar la carta a su superior, aparte en esa unidad no había nadie de su confianza y mostrar ese mensaje era exponerse a dar explicaciones por ese beso… ¿Por qué a él? Si el maldito hijo de su madre estaba con ganas, que se fuera a buscar a alguien en “el paraíso de los jóvenes atractivos”, pero el no sería su puto personal.
Ese acertijo le daba vueltas una y otra vez el cielo, octava escalera, aurora ¿en qué punto se conectan esas cosas?

- Vaya, tienes tiempo para amoríos y no para dedicarte a tu caso- era su capitán que venía con otro de sus sermones
- Es solo una admiradora, señor. Y aunque no pudimos atraparlo anoche, tengo pistas para poder encontrarlo
- A si? Cuales dime
- Prefiero investigarlas mejor y después se lo comunico
- Recuerda que de este caso depende tu ascenso
-Si, señor

Por ningún motivo iba a dejar que un ladronzuelo arruinara su carrera…. De pronto una idea se le vino a la mente ¿”Aurora” no será el nombre de una calle? Corrió a su computador y entro al Google Earth (plena era digital, obvio) efectivamente en uno de los suburbios existía esa calle. Ahora “octava escalera” ¿A qué se refería con eso? Octava escalera…ocho mmmm LO TENIA!! Un edificio de 8 pisos en la calle Aurora. Una vez más SANTO google le dio la respuesta. Sólo existía un hotel de 8 pisos y con “el cielo a la mitad” se refería a media noche
YA ESTABA, LO HABIA DESCIFRADO!! Te espero a las doce de la noche en el octavo piso del hotel de la calle Aurora.

Eran las 10 y Jean estaba en su departamento preparando todo para “su gran noche”. Una automática de 4 mm y una magnum último modelo lo acompañarían. Además también ocuparía the last kiss, un brillo labial que al tomar contacto con la piel hacía que todo su cuerpo se paralizara. El efecto era mucho más rápido con un beso, por algo el nombre, pero él no estaba dispuesto a darle ese placer…

Faltaban 5 minutos para la media noche y Jean ya estaba en el lugar. Era un antiguo hotel abandonado y demacrado por el paso del tiempo. Las escaleras de madera estaban empolvadas y en algunas partes rotas, por un momento dudó si sus deducciones fueron correctas pero una vez que llegó al octavo piso sus preocupaciones se esfumaron.

Ahí estaba el tipo, con la misma máscara y entero vestido de negro. A diferencia del resto del hotel, ese piso estaba totalmente remodelado. Tenía las paredes de un tenue color rosado, el piso de madera nueva, las cortinas oscuras…Sólo había una cama y dos sillones uno en frente del otro.
La única luz que había eran velas repartidas por todo el piso.

-A parte de ser lindo, eres inteligente, no esperaba menos de ti-le dijo mientras se paraba del sofá y avanzaba hacia el
-Es el acertijo más fácil que he resuelto, para haberte escapado tantas veces tienes muy poca imaginación
-No seas cruel conmigo, lo importante es que estás acá- Ya estaba en frente de él, iba a abrazarlo pero Jean lo esquivó y avanzo hacia la cama sentándose en ella
-¿ Para qué me citaste? Si no te apuras me iré, soy una persona ocupada
- Debo decir que me has cautivado por completo…¿no te lo dije ya? No puedo borrar tu dulce sabor de mis labios- lo había seguido y se sentó junto a el en el colchón
- Ya déjate de rodeos, eres un maldito ladrón roba guitarras y yo la persona que te va a encerrar, eso es todo
-¿ Sólo eso, no significo nada más para ti? Que desilusión….
- ¬¬ Estás acabando la poca paciencia que tengo- dijo el detective sacando su arma y apuntando al sujeto- Si te entregas ahora tu condena será más baja
-Vaya, vaya qué persona más noble resultaste ser…pero ¿ Te has preguntado por qué te cité en este lugar apartado y para qué es esta cama? Yo me voy a entregar, pero antes quiero algo a cambio- Sonrió maliciosamente tocando la entre pierna de Jean
-NO ME TOQUES MALDITO PERVERTIDO!!! ¿ Qué te hace pensar que yo voy a acceder a esa petición y confiar en alguien como tu?
-Por algo estás aquí, esta noche o dime que pensaste que te iba a invitar a tomar té…

Estaba furioso, sí, pero esta podía ser la oportunidad que estaba buscando. Le seguiría el juego lo más posible y cuando mostrara una debilidad, lo atraparía

-¿ Cómo se que puedo confiar en ti?- preguntó mirándole con ojos de conejito desvalido
-Vamos, no te hagas de rogar tanto, seré gentil y te daré un placer que nunca olvidarás
Dicho esto, lo empujó a la cama y rápidamente se puso encima de él. Iba directo a besarlo, pero Jean se apartó
-Primero haz que te desee- le dijo con la voz baja y los ojos llenos de lujuria-¿ Por qué no te sacas esa molesta máscara?
-Aun no, mi bello ángel

Se la levantó un poco solo mostrando sus labios y fue directo a devorar el blanco cuello de su ángel, lo succionaba y chupaba con verdadero deleite. Sin perder más tiempo le sacó la chaqueta y desabrochó con desesperación los botones de su camisa, en segundos apareció su bello torso desnudo. El ladrón se relamió sus labios y su boca se dirigió directo a los pezones.
Jean trataba de luchar para no excitarse de verdad, pero era difícil no hacerlo con esos labios expertos probando su piel. Su boca siguió con el recorrido, dejando tiernos besos en su abdomen. Iba peligrosamente hacía su parte baja, era tiempo de detenerlo, no iba a darle ese placer.

-Tu boca…bésame por favor- dijo totalmente necesitado
-Tus deseos son órdenes

El ladrón se inclinó y lo besó con pasión. Jean rodeó sus piernas a la cintura de éste, empezando una deliciosa fricción. Podía sentir claramente el pene erecto debajo de sus pantalones, por fin lo tenía en sus manos. Mientras sus miembros se encontraban, sus bocas hambrientas se devoraban una a la otra. El beso lo estaba matando de placer. Ese sujeto jugaba hábilmente con su lengua, a ratos se detenía para morder delicadamente sus labios y luego seguía besándolo con más intensidad.
En un rápido movimiento el detective cambió de posiciones, ahora estaba encima de él. Al sujeto le agradó el cambio , así podría ver y tocar mejor ese exquisito cuerpo. Iba directo a tocar ese apetecible trasero, cuando su mano no reaccionó… confundido intentó mover la otra, pero nada pasó. Quiso sentarse pero estaba totalmente inmóvil.

-¿ Qué me hiciste..?!-gritó furioso
-Jajaja para que veas lo que se siente no poder mover ningún músculo- dijo bajándose de la cama y poniéndose su camisa
-Este siempre fue tu plan, ¿cierto? Cómo no me di cuenta antes
-Eso te pasa por caliente ¿acaso creíste que me iba a entregar a un completo desconocido? Soy detective, tengo mis propios métodos

El ladrón sonrió nervioso .Era cierto, cayó por completo en su trampa. Por un momento creyó que volvería a ser suyo, que lo había recuperado después de tanto tiempo…

-Es hora de ver tu odiosa cara, esta máscara ya me está hartando
-NO!! –gritó nervioso intentando mover su brazo
-¿Por qué tanto misterio? Será mejor que te acostumbres, ya que mañana tu foto estará en la portada de todos los diarios.

Jean se subió sobre él, apoyando ambas rodillas a un lado del cuerpo inmóvil. Sus manos fueron directo a despojarlo de esa máscara. La levantó lentamente. Primero observando atento sus labios, su nariz, hasta que llegó a sus ojos… esos bellos ojos azules los había visto antes…Un momento….
Ese rostro le era familiar. El detective se quedó sin habla y se puso blanco como un fantasma
No podía ser él….no

-¿ A Alexander?- musitó casi en un susurro
-Si Jean, soy yo

Mierda…¿por qué de todos los hombres en el mundo tenía que ser justo el? Sintió como una vieja herida se volvía a abrir, un profundo dolor invadió su corazón.

-Tu…¿ por qué..?!- dijo confundido mientras se alejaba de él y se iba a un rincón del cuarto
-Es la única forma que encontré para poder acercarme a ti. Llevó 10 años intentándolo!!-dijo ofuscado- tengo muchas cosas que explicarte, por favor escúchame…
-Tú ya me dijiste todo, cuando me dejaste 10 años atrás no necesito ninguna explicación

Flash back
Jean y Alex se conocieron desde los 5 años. Pasaban la mayor parte del tiempo juntos y como eran vecinos se veían a diario. Alex siempre fue un poco m ás alto y grande que Jean, así que lo defendía y cuidaba la mayor parte del tiempo .Para ambos haber conocido al otro fue una bendición…
Crecieron juntos y una vez que cumplieron 12 , se dieron cuenta que esa bella amistad se había transformado en amor. Jean trataba de convencerse de lo contrario, no podía estar enamorado de un hombre y mucho menos de su mejor amigo. Intentó esconder sus sentimientos lo más que pudo pero llegó el día en que fue incapaz de hacerlo… se le declaró convencido que lo rechazaría, pero para su sorpresa Alex sentía lo mismo que él . Así empezaron una linda y apasionada relación. El primer beso, su primera vez y todo lo demás lo habían experimentado juntos. Alex lo amaba más que a su propia vida, adoraba hacerle el amor, besarlo, dormir a su lado, su sonrisa…todo. Fueron 6 meses de infinito placer y felicidad.
Pero un día, Alex desapareció. Jean lo fue a buscar a su casa, pero ésta estaba vacía, preguntó en la escuela y le dijeron que lo habían retirado. Simplemente se esfumó de la faz de la tierra. En un comienzo pensó que pudo ser una urgencia, algún pariente enfermo o muerto. Lo esperó por meses con ilusión, siempre pensando que podía regresar…Los años pasaban y no recibía noticia alguna
“ No él no pudo hacerme esto…”
“Él me ama”
Trataba de engañarse, pero en el fondo sabía que no regresaría.

Y ahora 10 largos años después de todo eso, lo tenía en frente de nuevo, convertido en un ladrón, inmóvil en una cama e intentando darle alguna explicación

-Jean por favor escúchame, yo no quería alejarme de ti…
-No trates de poner excusas baratas- lo interrumpió- no puedes llegar de repente y pretender que salte a tus brazos como si nada hubiese pasado.
Alex estaba sentado en la cama, el efecto del paralizante ya había pasado, se paró con dificultad y avanzó hacia él
-¿Recuerdas el día anterior a mi desaparición? Estábamos en mi casa teniendo sexo, mi padre había salido y aprovechamos eso, ¿ lo recuerdas?- dijo sentándose en uno de los sillones
-…
-Ese día sentimos un ruido en la casa, pero como estábamos tan apasionados no le dimos mayor importancia. Ese ruido era mi padre, se le olvidó algo y lo fue a buscar cuando nos vio.
-Espero que te fueras para enfrentarme. Estaba furioso, me golpeó y dijo que no permitiría nuestra relación, que ningún hijo suyo sería un depravado, que era antinatural. Me encerró en mi pieza con llave y solo me dejó salir al día siguiente. Había arreglado todo, me obligó a subir al auto y me llevó muy lejos de aquí. Todo fue muy rápido, no tuve tiempo de decirte nada...

Jean estaba en shock. Era cierto, cuando estaban haciéndolo sintieron un ruido como si alguien llegara, pero no le prestaron atención. Lo que decía tenía sentido

-Si dices la verdad y paso eso ¿ Por qué esperaste tanto tiempo para buscarme? Yo te esperé por muchos años, con la ilusión de alguna noticia tuya
-Yo quería contactarme contigo, pero mi padre me tenía vigilado las 24 horas del día. No podía hacer nada sin su permiso…fue horrible. Todos los días rogaba para encontrar alguna forma de comunicarnos para poder decirte lo que pasó
-Han pasado demasiados años, ¿ qué te hace pensar que creo en ti? Lo nuestro está en mi pasado, mi amor por ti se marchitó. Quizá pudo pasar eso, pero dudo que tu padre te haya tenido vigilado estos 10 años. Si hubiera recibido una carta, un mensaje, algo que me hiciera saber, te hubiese buscado por cielo, mar y tierra. Hubiésemos huido juntos y ahora todo sería distinto…Pero de nada sirve lamentarse ahora.

Alex se arrodilló frente a él, suplicándole

-Jean por dios juro que es la verdad!! Traté muchas veces de comunicarme contigo, pero las cartas nunca te llegaron porque mi padre las interceptó. No me dejaba hacer nada, no podía ir a ningún lado…Fue ahí cuando te vi en la TV, hace 5 años, te habías convertido en el detective más joven de la policía y se me ocurrió llamar tu atención siendo yo un ladrón. ¿Recuerdas el caso de las motos robadas, los computadores desaparecidos y los robos a familias ricas? Yo estaba detrás de todo eso!!!, pero tú no tomaste esos casos. Tuve que hacer mi plan más elaborado y rogar para que te pusieran a cargo. La noche en que te vi, estuve a punto de perder la razón y decírtelo todo. Por lo que más quieras tienes que creerme.

Jean cayó al piso y empezó a llorar desesperadamente, Alex trató de abrazarlo, pero lo empujó y salió corriendo

-Yo aun te amo- dijo en un agudo lamento.

Se quedó en el piso, con las manos en su rostro y con el corazón completamente destrozado

Continuara.....

Una vez más vio como era alejado de lo único importante en su vida: Jean. Trató de entenderlo, de ponerse en su lugar, pero por más que quiso no pudo. Él ignoraba completamente todo lo que tuvo que sufrir, el odio de su padre, la extrema vigilancia, la angustia y frustración de no poder comunicarse… Todo lo que hizo fue siempre pensando en él. Pasó 10 años de su vida llorando todas las noches, angustiado y con la incertidumbre de no tener noticias de su amado. “Mi vida, mis pensamientos, mis acciones eran por y para ti ¿Es tan difícil que entiendas eso? “ Pensaba con tristeza mientras miraba la cama en donde estuvieron juntos. “¿Acaso mi amor no es suficiente? Pídeme el mundo, una estrella, el sol y partiré corriendo a traértela, pero no me pidas que te olvide…eso, aunque trate, nunca lo podré hacer”
Alex estaba sentado en uno de los sillones, con la mirada perdida en algún lugar del universo. Una lágrima rodó por su mejilla. Representaba todo lo que tenía dentro: dolor, tristeza, amargura, rabia pero por sobre todo amor. “Amarte me hace tanto daño”

Jean corrió y corrió sin rumbo fijo. Su cerebro aun no podía procesar lo que pasó. Tantos años esperando volver a saber algo de él, tantas noches llorando amargamente, tanto tiempo soñando con encontrarlo….y de pronto lo tiene ahí, convertido en un ladrón y diciéndole todas esa cosas. Estaba confundido “¿y si es cierto lo que dijo? ¿Si intentó buscarme…? NO!! ¿Cómo podía creerle? No fueron nada 2 meses los que estuvieron separados, fueron 10 años!! El no sabe el dolor y sufrimiento que soportó. Intentó olvidarlo con otros hombres, pero sus caricias aun marcaban su piel. Intentó enamorarse, querer y confiar en las personas, pero ya no podía hacerlo. Marcó su vida y la dejó destruida. “Hay cosas que el tiempo nunca borra, hay heridas que jamás cicatrizan. Alex solo es un mal recuerdo”…

Habían pasado 4 días desde su encuentro. Jean aun tenía un huracán de sentimientos, pero no dejaría que eso afectase su desempeño. Podía estar muriendo por dentro, pero seguiría con su trabajo como el buen detective que era. Le dijo a su superior que seguía “investigando” el caso y que todavía no tenía pistas. A pesar de todo lo que había pasado, jamás entregaría a Alex. Ya tendría tiempo para pensar que haría con el. Después de todo, había robado y eso era un delito aquí y en China. Por más que lo intentara no podía verlo como a un simple ladrón “¿Por qué tenías que llegar a destruir mi mundo?”

Paralelo a este caso, también tenía otro a cargo: tráfico de armas. A diferencia del primero, este le había sido muy fácil. Las personas que hacían eso no tomaban muchas precauciones y era sencillo entrar en su círculo. No tenía ese toque de suspenso y misterio, no tenía a un bello e inteligente ladrón….Una vez más Alex llenaba por completo sus pensamientos. “¿Por qué no puedo olvidarte?” pensaba un poco fastidiado mientras trataba de concentrarse.

Ya habían infiltrado a un policía y tenían el dato de un intercambio que se iba a hacer esa noche. Era la oportunidad que estaban buscando. Irían al lugar y se dejarían caer de sorpresa. Era un plan sencillo y sin mayor complejidad. O eso era lo que creía.
Todos los hombres del cuartel se movilizaban a un sitio próximo. El intercambio se iba a realizar en una fábrica abandonada, casi saliendo de la cuidad. Jean y el resto de sus colegas se habían refugiado en unas bodegas que estaban cerca. Alrededor de las 12 empezaron a llegar. Era un grupo de aproximadamente 20 personas, mucho menos de lo que esperaban.
En un arrebato, uno de sus colegas entró solo, pensando que podría controlar la situación. Pero en segundos los hombres lo tenían acorralado. Un disparó se escuchó y cayó muerto al piso.
El plan se había ido al demonio, un tiroteo había empezado. De la nada aparecieron más hombres dentro de la fábrica, estaban escondidos en un pequeño cuarto dentro de ella. Solo se escuchaba el ir y venir de las balas. Jean estaba nervioso, no sabía si entrar o no. Con cuidado, se asomó a una ventana, viendo como el líder de la banda era sacado por una puerta trasera. Corrió hasta ella y los esperó detrás de una escalera que había ahí. La puerta se estaba abriendo, cuando un disparó le llegó directo en su brazo derecho.
- No salga, hay más afuera!!!!!!!!!- gritó el hombre detrás suyo
Jean se torcía de dolor, le había dado justo en la muñeca y no paraba de sangrar. Quiso recoger su arma, pero sintió un fuerte golpe en su nuca. La imagen que tenía en sus ojos se fue tornando borrosa hasta que oscureció por completo
- Alex…- alcanzó a murmurar antes de perder el conocimiento.

Alexander dormía profundamente en el olvidado hotel. Estos últimos días habían sido horribles. Tenía la esperanza que su amor fuera a buscarlo y todo volviera a ser como antes, pero ninguna señal de él. Ya había vivido con la angustia de no saber nada, pero esto lo estaba matando. Ahora que por fin lo encontró y le dijo la verdad, ahora que podían vivir su amor en libertad…Jean lo despreciaba. Eso dolía más que ninguna otra cosa.
De pronto, la TV se encendió. La había puesto como despertador. Abrió sus ojos y se despertó con la sensación de no recordar nada. Pasaron varios minutos, hasta que la realidad vino de golpe, otro agónico día empezaba. Iba a apagarla cuando algo llamó su atención

Noticia de último minuto. En la madrugada de hoy, un intenso tiroteo entre policías y antisociales dejó un muerto y varios heridos. Los uniformados planeaban desbaratar una banda de traficantes, pero tuvieron que enfrentarse por varias horas antes que fueran finalmente vencidos y capturados. El detective Jean Kraljevic fue herido de bala y se encuentra grave en el hospital…

Se cambió rápido de ropa y partió corriendo como alma que lleva el diablo. No, su Jean no ¿Por qué a el? Daría todo, hasta su vida si fuese necesario para poder protegerlo “Por favor resiste…”
Llegó al hospital y fue a preguntar en que pieza estaba. Argumentando ser su compañero y enseñando una falsa placa de detective, lo dejaron pasar de inmediato. A penas estuvieron solos, corrió a su lado, sentándose en una silla al costado de la cama. Sostuvo entre sus manos el vendado brazo. Cerró sus ojos por un momento deseando que todo fuese una pesadilla.

- ¿Qué haces acá?- una débil voz lo sacó de sus pensamientos
- ¿Estas bien?!! Estaba preocupado. En las noticias dijeron que estabas grave ¿te hicieron mucho daño?
- ¬¬ Los periodistas como siempre agrandando las cosas. Solo fue un disparo en la muñeca. Ya me sacaron la bala, así que estoy bien-dijo quitándole su brazo.
-
Un incómodo silencio invadió por completo la habitación. Jean estaba confuso y adolorido. A la última persona que pensó ver fue a él.

- ¿Por qué viniste?-le dijo rompiendo el silencio
- Me morí de la angustia cuando supe que te habían herido, tenía que venir a ver como estabas. Eres la persona más importante para mi…
- Otra vez vas a empezar con eso-lo interrumpió molesto- Nadie te pidió que vinieras, ya me viste estoy bien, puedes irte tranquilo
- Tú sabes bien que no puedo hacerlo ¿Por qué te cuesta entenderlo tanto?
- Perdón, pero es difícil tenerte aquí después de tantos años. Dime ¿Qué fue de tu vida? Quiero saber todos los detalles-dijo irónicamente- no tenemos nada más que decirnos, vete y déjame en paz
- ¿Eso es lo que quieres? ¿Puedes ponerte aunque sea un solo segundo en mi lugar? Puedo entender que estés molesto y que me pongas en duda. Lo siento, yo no elegí separarme de ti. Pero de lo que no te permito que dudes es que he pasado cada minuto de mi vida pensando como volver a encontrarte, pensando una manera de acercarme a ti. Mi amor era lo único que me mantenía vivo. Tú no eres el único que tiene derecho a enojarse ¿Qué paso con el amor que decías tenerme?
- Murió con el paso de los años, cada día que no sabía de ti. Mi corazón se cerró y decidió guardarte como un mal recuerdo. Te busqué, pregunté a todas las personas pero simplemente te esfumaste. Esperé por ti, traté de olvidarte y me maldecía por no poder hacerlo

Unas lágrimas se le escaparon rodando por su mejilla.

-¿Cómo quieres que de un día para otro, crea y acepte todo lo que me dices? He sufrido para poder olvidarte y ahora que casi lo estaba logrando vuelves y alteras todo...- Se tapó el rostro con sus manos, intentando esconder las lágrimas
Alex hizo una mueca de dolor. Si había algo que no podía soportar era verlo triste
- No tiene que ser así… si tan solo quisieras creerme todo sería muy distinto. Por favor ya no llores más. Lo último que quiero es hacerte daño. Si tenerme cerca te pone mal, guardaré mi amor y me alejaré de ti ¿Eso es lo que quieres?

Jean seguía en la misma posición y no contestó a su pregunta
-
- Creo que no hay nada más que decir. Me equivoqué al pensar que todo volvería a ser como antes. Te dejo tranquilo. Espero sinceramente que seas feliz y que algún día llegues a amar tanto como yo te amo a ti

Dicho esto, se fue caminando hacia la puerta y una vez que estuvo en ella dijo:
- Adiós para siempre.

Salió de la habitación dejando un sentimiento de vacío y tristeza. Jean seguía acostado, mirando fijo al techo. Todo su ser estaba destruido. Amaba como un loco a ese hombre, pero había un gran abismo entre ellos.
Tratar de reconstruir su historia era imposible sin confianza. Creer en él… su corazón quería pero su mente no le dejaba.
Era lo mejor para ambos…. ¿o no?

Continuará….

A penas salió de la habitación, a Alex se le derrumbó el mundo. ¿Por qué es tan cruel el amor? Una década entera tratando de contactarlo de nuevo, buscando la manera de encontrarlo. “Quizá nunca me amó”, pensaba con tristeza mientras caminaba por la calle. “Solo soy un mal recuerdo” Esa frase le había dolido mucho. Nunca pensó que esa linda y tierna historia de amor tendría un final tan trágico. Tanto tiempo aferrándose solo a los recuerdos de su niñez, con la esperanza de poder renovarlos algún día.
“Tendré que olvidarte, ya no hay nada más que pueda hacer”

Mientras tanto, Jean trataba de convencerse que eso había sido lo mejor. Poner un final absoluto a eso que estuvo inconcluso tanto tiempo. Estaba cansado de recordarlo. Si todo había acabado, entonces ¿Por qué el sentimiento de pena no se iba? Al contrario, aumentaba cada segundo que Alex no estaba cerca de él. Tenía la sensación de haber cometido un enorme error… había algo que no le dejaba tranquilo. Pero ya no importaba, no podía echar el tiempo atrás y cambiarlo todo “Tendrás que salir de mi corazón”.

Alguien tocó su puerta
-Permiso, vengo a cambiarle los vendajes- era una amable enfermera
-Adelante
Con todo esto había olvidado completamente la herida de su brazo. No le dolía en absoluto. Comparado con eso, era su corazón el que necesitaba con urgencia ser curado.

-Disculpe que le pregunte, pero ¿hace cuánto, el joven que estaba aquí es su compañero?
-¿Qué? ¿Él, mi compañero...?- preguntó incrédulo
-Si- dijo confundida- eso dijo, por eso lo dejaron entrar
-Ahh.. Si hace poco, es nuevo- dijo intentando esconder su enojo, mentiras y más mentiras eso era Alex
-Nunca pensé encontrármelo convertido en detective
-¿Por qué lo conoces? Preguntó levantando una ceja
- Claro, aunque solo lo vi de espaldas, lo reconocí de inmediato. Venimos del mismo lugar, es un pueblo pequeño así que casi todos nos conocemos. Yo nací y crecí ahí, pero el llegó tiempo después

“Mi padre me llevó a un lugar muy lejos de aquí” Esa frase se le vino de golpe.
¿Podría ser…, quizá?

-No habla mucho de su pasado, ¿me podrías algo más de él?- dijo acomodándose en la cama y mirándola fijamente
-Llegó como a los 12. Su padre era un tipo muy duro y estricto. Cuando lo conocí supe de inmediato que lo traía obligado. Siempre tenía la mirada perdida y triste. Era el mejor de la clase, por eso siempre se ganaba becas y facilidades para estudiar en el extranjero, pero no las aceptaba. “Primero tengo un asunto que resolver”, esa era su excusa. Iba todos los días al correo a dejar una carta y ver si recibía alguna respuesta, pero nunca había nada para él. A pesar que éramos amigos el no me decía lo que le sucedía, se lo guardaba para sí mismo. Cuando su padre falleció, años atrás, se fue del pueblo,,,
-¿Murió..?!!, no sabía eso
-Sí, le diagnosticaron cáncer y a los pocos meses falleció.

Jean se quedó mudo. La joven siguió con su trabajo en silencio
-Listo, ya terminé- dijo viéndolo- Dios!! Estas muy pálido ¿te sientes bien?

No pudo contestarle nada en ese momento. Ninguna palabra salía de su boca. Se quedó mirando al infinito.

“Traté de comunicarme contigo, pero las cartas nunca te llegaron”

“Mi padre me tenía vigilado las 24 horas del día”

“Yo no quería alejarme de ti”

“Por Dios, tienes que creerme es la verdad!!”

“Hace 5 años te vi en la TV y se me ocurrió llamar tu atención”

“Lo último que quiero es hacerte daño”

“Adiós para siempre”
Todo lo que le había dicho se le vino como una verdadera avalancha. Recién reaccionó cuando sintió una mano sobre su frente.
-E..Estoy bien, gracias
-¿Estás seguro?
-Sí-dijo intentando convencerse a si mismo
-Entonces me voy, tengo varios pacientes
-Espera!! …¿Cómo se llama tu pueblo?
-Blue lagoon- Le mandas saludos de mi parte a Alex- dijo retirándose

Su mente estaba en blanco. “¿Es cierto?” era la única pregunta que le rondaba. Si todo esto era real, no se perdonaría nunca el no haberle creído. Era detective, demonios ¿Por qué no lo investigó antes que todo llegara a su fin? Por cobarde!!! una voz le retumbó dentro. Prefirió cerrarse y no creer, prefirió suponer que todo era mentira y no darle si quiera una oportunidad. Había sido injusto y un completo estúpido. Cuestionó e ignoró sus sentimientos, jamás se puso en su lugar. “Todos los días enviaba una carta y esperaba respuesta, pero no había nada para él” Alex había sufrido tanto o incluso más que él.”¿Cómo pude ser tan ciego?”. Le había dicho cosas horribles y lo había alejado de su lado. Era la peor persona del mundo…
Se bajó de la cama y corrió a la salida, ahora que había visto una luz y que se dio cuenta de la realidad, no podría dejarlo ir. Ignorando por completo las advertencias de los doctores, siguió a toda velocidad…Pero cuando por fin llegó a la calle Alex ya no estaba ahí…una helada brisa le recorrió todo el cuerpo y le recordó que lo había apartado con esas frías palabras. Regresó a su pieza con la mirada baja.
Pero no todo estaba perdido. Ahora que sabía eso, necesitaba llegar al fondo. Tenía que ver la verdad con sus propios ojos, no podía estar tranquilo. “Perdóname Alexander, no merezco tu amor”.

Después de largas conversaciones con los doctores, de disculparse por ir corriendo por los pasillos y de mostrar sus “bondades” (había olvidado por completo que la bata era abierta por detrás), finalmente logró convencer a los médicos para que lo dejaran ir. Al comienzo no querían, pero como no tenía ningún órgano vital comprometido, aceptaron. Eso sí con el compromiso de cambiarse su vendaje y bajo su responsabilidad. Si le pasaba algo el hospital no sería responsable, como siempre estos desgraciados salvando su pellejo, pensó mientras firmaba un papel.
Partió al aeropuerto. El único vuelo que salía para allá, era en 15 minutos. No tuvo tiempo de llevar nada, aunque eso era lo menos importante en ese momento. Pensó ir corriendo detrás de él, pero primero tenía que ver la realidad con sus propios ojos, no iba a cometer otro error. El avión iba repleto y por lo que pudo observar todos se conocían. Supuso que eran personas que volvían a casa luego de trabajar. A su lado iba un señor de avanzada edad que lo miraba con curiosidad, él solo le sonrió

-Disculpe joven, pero nunca antes lo había visto ¿va de descanso a Blue lagoon?
-Eh sí, uno de mis amigos y me ha hablado maravillas- mintió con soltura
-¿Y quién es su amigo?
-Alexander Markarián
-OH!! Alex, hace mucho que no lo veo ¿Cómo esta?

Jean se sorprendió, pero luego recordó las palabras de la enfermera “Es un pueblo chico, casi todos nos conocemos”

-Está muy bien, somos compañeros de trabajo, dígame ¿cómo era el cuando vivía ahí? Siempre me habla de su pueblo con tanta nostalgia…
-El es la persona más amable que pueda existir, muchas veces me ayudó con mi tienda y siempre estaba muy atento para ayudar en lo que pudiera. Llegó con su padre hace ya bastantes años. Al comienzo era un joven muy callado y triste, pero después fue cambiando. Era un muchacho inteligente, siempre ganaba becas y premios pero no los aceptaba. Todas las jóvenes morían por el, sin embargo a él nunca le interesó. Yo creo que había dejado un amor muy importante en algún lugar…
-¬¬ ¿Con ninguna? Eso no me lo creo
-No, que yo haya sabido-dijo divertido- ¿Tú lo quieres?, te has puesto celoso..
-No!!-dijo avergonzado- solo somos amigos
-mmm está bien

El viejo astuto, nunca pensé que se daría cuenta que muero por Alex, muchas novelas…si eso tiene que ser- pensó mientras lo seguía escuchando atento.
El vuelo duró 8 horas, pero se le había hecho corto, el anciano no paraba de hablar. Ni siquiera cuando comieron se cayó. Pero le había servido de mucho, se había enterado de varias cosas. Como que su padre se había vuelto un alcohólico y que a veces lo golpeaba sin piedad o que se tuvo que mantener solo, trabajando a diario porque el señor no trabajaba y no tenía dinero… y otras cosas atroces que es mejor no mencionar.
Todavía era temprano, así que iba a aprovechar el día para investigar. Aun estaba un poco aturdido por lo que escuchó, no se imaginó ni por un solo momento la agonía que su amado tuvo que soportar “Tu siempre pensando en mí, y yo me comporté como una niñita”, pensaba lamentándose profundamente.

Lo primero que hizo fue ir a la casa donde Alex vivía. No le costó mucho llegar a ella, porque las personas del pueblo, al saber que supuestamente era su amigo, le indicaron como llegar. Era una pequeña casa, casi al final de la calle, entró por una ventana que estaba abierta. El ambiente de ese lugar lo invadió por completo, pena, tristeza, melancolía y por sobre todo dolor podía sentir mientras caminaba lentamente por ella. Todos los muebles estaban con unas sábanas blancas. De a uno los fue destapando y uno llamó por completo su atención. Estaba repleto de fotos y diplomas, en todas ellas estaba Alex. Cuando se graduó de la escuela, actuando en algunas obras de teatro, ganando un torneo de fútbol…pero en ninguna se veía contento, solo una triste sonrisa se le dibujaba en sus labios. Siguió con su recorrido, hasta llegar a una pequeña habitación al final del pasillo. Solo había una cama y un escritorio en ella, supo que le pertenecía a Alex, porque en la pared había un dibujo. Lo recordaba, claro que sí. El mismo se lo había hecho y regalado para su cumpleaños. Era una puesta de sol y tenía las iniciales de ambos en él A & J. Jean se sintió mareado, todo esto era tan triste ¿Qué clase de persona aguanta ese sufrimiento? ¿Acaso estaba mal que dos personas que se quieren estén juntas? Si tan sólo ese día no hubiese ido a su casa, si no lo hubieran hecho, ahora estarían juntos y amándose libremente. Se sentó en la cama para no caerse. Su mirada se quedó fija en el piso, unas manchas de sangre estaban en él “Su padre a veces lo golpeaba sin piedad”…era demasiado, tenía que salir de ahí antes de que lo inundara con sus lágrimas.
Estuvo caminando por largo rato, lo que vio en ese lugar, la sensación que sintió ¿Cómo se puede ser tan estúpido? Alex lo había pasado terrible y a pesar del paso del tiempo, nunca lo echó al olvido “¿Quién soy yo para merecer un amor tan incondicional?” “Todos los días enviaba una carta, pero nunca recibió respuesta” Es cierto!!-pensó- como yo jamás recibí nada, eso solo puede significar que no salieron del pueblo. Alguien que trabajaba ahí las tuvo que haber guardado o eliminado...” Jean apuró el paso y se dirigió al correo, en el aeropuerto. Solo había un sujeto en ese lugar, así que si él no fue lo haría hablar de cualquier manera…

_________________

-Disculpe, soy detective y tengo varias acusaciones en su contra
-¿Yo?!! ¿De que se me acusa?
-De invadir la correspondencia ajena e impedir que lleguen a su destino ¿Conoce al señor Markarián?
-Si… siempre supe que algún día tendría que pagar por eso. Pero yo no quería hacerlo, se lo juro!! El me chantajeó con revelar algo mío sino lo ayudaba…se me partía el alma ver a ese pequeño dejarme sus cartas y ver su rostro ilusionado esperando una de vuelta
-¿Pretende que yo le crea eso? ¬¬, ¿Aun las conserva? Quizá si me las entrega ahora su condena sea menor
-Si!! Se las paso en seguida- el pobre hombre corrió y se perdió un momento en las bodegas, cuando regresó traía 3 enormes cajas repletas
-Por favor se lo ruego, no comente con nadie, fue la única vez que lo hice, créame se lo ruego- suplicaba el condenado
-Voy a revisar la evidencia y después veré lo que hago con usted.

Ya iba como en la mentira 100 del día, pero era la única forma de conseguir lo que necesitaba saber. De todas formas iba a arder en las llamas del infierno, una mentira más o una menos daba igual.
Se fue a un lugar apartado. Había una enorme laguna azul un poco más allá “de ahí el nombre” pensó mientras se sentaba debajo de un fondoso árbol. Respiró profundamente, antes de tomar una carta de las cajas.

“Jean, ha pasado 1 año desde que no te veo, Todos los días te envío una carta, pero hasta ahora no he sabido nada de ti ¿Estás molesto? Si es así, te pido perdón, yo no quería alejarme… Te extraño demasiado, me siento solo y triste. Mi padre casi ni me habla y cuando lo hace, solo son insultos…Pero nada de eso me importa, lo único que quiero es estar a tu lado y que me beses con esos tiernos labios que tienes. Todo ha sido muy difícil, pero ¿sabes? Sigo viviendo porque estoy seguro que volveremos a estar juntos. Mi amor hacia ti es lo que me da fuerzas. Saber que algún día te volveré a ver es lo que me mantiene en pie. TE AMO Y SIEMPRE LO HARÉ….
ALEX

Leer esa carta fue como un puñal en su corazón. Se sentía como el ser más miserable que haya pisado la tierra. Tomó otra y empezó a leer

“Ya no puedo más. Estoy muriendo de la angustia, necesito saber algo de ti. Por favor dame una señal, algo que calme esta agonía que tengo dentro. Hoy mi padre volvió a emborracharse y me golpeó hasta cansarse… hay días en los que simplemente deseo morir y terminar con todo esto. Te necesito aquí y ahora. ¿Por qué nuestro amor no está bien? ¿Es porque ambos somos hombres? No quiero aguantarlo más. Lo único que sé es que cada día te amo más y tu…¿me quieres? Siempre recuerdo tu dulce voz diciéndome que me amas, tu bello rostro sonrojado cuando te dí un beso o la primera vez que te hice mío. Eso es lo único que me queda ahora, recuerdos. ¿Podré verte de nuevo? Es lo que más quiero”
ALEX

Se pasó toda la tarde leyendo. Cinco años completos plasmados en esas hojas. Para todos los días había una y un sentimiento diferente en cada una. Había algunas alegres y optimistas, otras melancólicas y algunas que le hicieron llorar sin poder contenerse. Todo estaba más que claro, Alex le había dicho la verdad desde el principio y el ¿Qué le dio a cambio? Rechazo e incredulidad. ¿Con qué cara iría ahora a buscarlo y decirle que le creía? El pasado no lo podía cambiar, ya todo estaba hecho, pero lo que sí podía hacer era vivir el presente y proyectarse a futuro. Fue un estúpido al no confiar en la única persona que jamás le haría daño, pero no todo estaba perdido. Tenía que ir a buscarlo y disculparse por todas las barbaridades que le había dicho…pero “¿Y si no me quiere ver?” Después de que lo había enviado al demonio, después que le hizo daño…
”Si no me quiere ver…tendré que obligarlo, no puedo quedarme tranquilo y esperar que me busque, es tiempo de que yo haga algo por la persona que más amo en esta vida”

Se secó sus lágrimas y llevó con él las decenas de cartas. Tomó el vuelo de regreso a su cuidad. Ahora que por fin se había dado cuenta de la verdad, no dejaría escapar a Alex “Te voy a atrapar, aunque me lleve toda la vida hacerlo”. Fue a su departamento a dejar las cajas y partió corriendo al olvidado hotel de la calle Aurora, después de todo era el único lugar donde lo podía encontrar. Subió desesperadamente las escaleras, se cayó varias veces y se rompió la cara, pero no se detuvo. Una vez que llegó al octavo piso, con ilusión y felicidad , gritó a todo pulmón
-ALEX!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Pero su alegría se le vino al suelo, cuando vio el lugar vacío. No había nada ahí. Su amor ya había partido… “No puede ser, no me dejes, otra vez no” Lágrimas brotaban de sus ojos sin control. Se quedó sentado en el piso por varios minutos. “Si no está aquí, entonces ¿Dónde?” Una voz lo sacó de su tristeza
-¿Qué hace en este lugar?- era una anciana que lo veía desde la puerta
-Nada….solo que venía a buscar a una persona, pero ya se marchó
-¿A el joven que se estaba quedando aquí?-dijo ella
-SI!! Es a él, ¿lo ha visto, sabe adonde fue?!!
-Se fue hoy en la mañana, hace como media hora, dijo que regresaría a su pueblo
-Gracias!!

Se levantó del piso y le dio un beso sonoro en la mejilla a la mujer. Bajó las escaleras como si la vida se le fuera en ello. “Sólo un poco más…por favor, espérame” pensaba mientras manejaba a toda velocidad rumbo al aeropuerto…

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